1. Emily E. Bray^a,b,1,
2. Mary D. Sammel^c,
3. Dorothy L. Cheney^d,1,
4. James A. Serpell^e, et
5. Robert M. Seyfarth^a

Afiliación de los autores

1. ^aDepartment of Psychology, University of Pennsylvania, Philadelphia, PA 19104;
2. ^bSchool of Anthropology, The University of Arizona, Tucson, AZ 85721;
3. ^cDepartment of Biostatistics, Epidemiology and Bioinformatics, Perelman School of Medicine, University of Pennsylvania, Philadelphia, PA 19104;
4. ^dDepartment of Biology, University of Pennsylvania, Philadelphia, PA 19104;
5. ^eDepartment of Clinical Studies, School of Veterinary Medicine, University of Pennsylvania, Philadelphia, PA 19104.

Fuente :

Proceedings of the National Academy of Sciences of the United States of America

Propósito

Un perro guía exitoso debe desenvolverse en un mundo complejo, evitar distracciones y responder de manera adaptativa a los eventos impredecibles. ¿Qué conduce al éxito? Hemos observado a 98 cachorros desde el nacimiento hasta la edad adulta. Los cachorros fueron inscritos en un programa de entrenamiento de perros guía en el que sólo el ∼70% alcanzó el éxito. El fracaso del programa se asoció con una maternidad más intensa en la edad temprana. Es más, las madres cuyo estilo de lactancia requería un mayor esfuerzo por parte de los cachorros produjeron descendencias más exitosas. Entre los perros adultos jóvenes, las escasas habilidades para resolver problemas, la perseverancia y aparentemente una mayor ansiedad a la hora de enfrentarse a un objeto novedoso también se asoció con el fracaso del programa. Las conclusiones reflejan los resultados de roedores y humanos, reafirmando los efectos duraderos en el comportamiento adulto del estilo materno y las diferencias individuales en cuanto a temperamento y cognición.

Resumen

La medida en que las experiencias en edades tempranas afectan a la conducta de los adultos es un debate continuo en los estudios de desarrollo social, tanto en humanos como en otros animales. Tampoco está clara la contribución relativa de las habilidades cognitivas (“inteligencia”) y el temperamento a la hora de obtener resultados exitosos. Los perros guía son particularmente adecuados para la investigación de estas cuestiones. Para tener éxito como perro guía, éste debe saber desenvolverse y tomar decisiones en situaciones complejas sin sucumbir a las distracciones y a los obstáculos imprevistos. Frente a estas rigurosas exigencias, sólo el ~70% de los perros inscritos en el programa de entrenamiento logran el éxito. ¿Qué predice el éxito como perro guía? Para abordar estas cuestiones, observamos a 98 cachorros desde el nacimiento hasta la edad adulta. Encontramos que los altos niveles de comportamiento maternal en general estaban relacionados con una mayor probabilidad de que el programa fracasara. Por otra parte, las madres cuya lactancia requirió un mayor esfuerzo por parte de los cachorros fueron más propensas a tener descendencias exitosas, mientras que las madres cuya lactancia requirió menos esfuerzo para ellos fueron más propensas a producir descendencias que luego fracasaron. En los adultos jóvenes, la incapacidad de resolver rápidamente una tarea de varias etapas, combinada con altos niveles de perseverancia, se asoció con el fracaso. Los adultos jóvenes que fueron excluidos del programa también parecían más ansiosos, como lo indica una breve latencia para vocalizar cuando se enfrentan a una tarea con un nuevo objeto. Nuestros resultados sugieren que tanto el comportamiento en la lactancia materna como los rasgos cognitivos y el temperamento individuales están asociados con el éxito del perro guía.

Este artículo contiene información complementaria en www.pnas.org/lookup/suppl/doi:10.1073/pnas.1704303114/-/DCSupplemental